Seguidores

domingo, 16 de mayo de 2010

principio de mes...

Estaba de vacaciones en lo de mi tía, tenía que pasar un mes entero de mi precioso verano con ella. Afortunadamente ella me ofreció ir a un baile que se organizaba por el aniversario del pueblo, creo, en fin, cuando llegamos a la casa de los que daban esa fiesta mi tía me presentó al hijo de los dueños. Era simple, pero pasable, de cabello castaño, ojos marrones, piel trigueña y unos músculos perfectos, estuvimos hablando alrededor de una hora hasta que la charla paso a otro nivel, casualmente mi tentador vestido o mas bien el tentador escote, cambie el tema con una inocencia fingida, a la que el reacciono con una tentadora risa y luego me beso el cuello

Javier: volviendo al tema de tu tentadora ropa, no tienes tiempo para mí
Sara: claro, sabes que es más tentador que esta ropa
Javier: ¿Qué cosa? (Me acerque a su oído)
Sara: mi ropa interior de encaje rojo

Luego le bese el oído, se quedó paralizado, yo me dí vuelta y subí los primeros cinco escalones, luego me detuve para esperar que me mirase, cuando lo hizo le hice seña para que me siga a una habitación. Salí corriendo y el me siguió, cuando entré una habitación supuse que era de el dado que tenía su nombre en la puerta, muy bonita la decoración, Javier me tomo de la cintura ejerciendo presión contra su cuerpo, sentía su respiración calida en mi espalda lo que me provocaba un estremecimiento precipitando el sensualidad de la situación. Cuando sentí sus calidos labios sobre mi espalda, lo que produjo que cierre los ojos por la satisfacción, rodee sus brazos que estaban en mi cintura con los míos, mi cabeza se fue para atrás instintivamente.

De sentir sus calidos labios comencé a sentir su húmeda lengua, que hizo un recorrido de mi espalda a mi hombro donde se detuvo para volver a besarme, volvió a su recorrido hasta posarse en mi cuello, siguió nuevamente hasta mi oído donde su lengua me lamió y luego me mordió el lóbulo de la oreja, cuando hizo eso apreté mi entrepierna y solté la respiración, tuve que morder mi labio para no decir nada, pero no pude evitar gemir cuando una de sus manos bajo desde mi cintura hasta mi entrepierna comenzó a acariciarme por debajo del vestido, cada vez me humedecía mas y eso que aun no tocaba mi lugar secreto, sus labios aun me besaban el hombro cuando sentí una gota de mi néctar deslizándose por mi muslo, cuando su mano se deslizo por ahí pude sentir como sonreía contra mi piel al notar lo fácil que el me podía excitar, con dos de sus dedos me seco el muslo, luego se llevó su dedo a la boca probándome, cuando lo lamió me acerco su dedo a mi boca y yo lo lamí.

Se separo un poco y prendió su reproductor de cd’s, había una sola canción y era “se deja llevar” de Antonio Orozco, era la canción perfecta para tener relaciones, me dí vuelta y Javier estaba apoyado en uno de los cuatro postes de la cama, llegaban al techo. Me acerque a el caminando sensualmente y quedé frente a el. Lo tome de la remera y le tironee para luego caer en la cama con el encima mío, enrollé mis piernas a su cuerpo y nos comenzamos a besar, tenía tantas ansias de tenerlo dentro, comencé a besar su oreja hasta morderla, el soltó una especie de gruñido que me excitó, yo me gire para dejarlo a el abajo, me comencé a sacar el vestido hasta quedar solo con mi ropa interior, ya que mis tacos me los había sacado al entrar, me volví a sentar a horcajadas de el mientras desabrochaba su camisa, mi respiración estaba agitada, me termine de desnudar y el se saco lo que le quedaba mientras se acostaba en la cama, yo me senté a horcajadas de él.

Mis manos recorrían su pecho mientras nuestros sexos se rozaban me acerque a la mesita de luz y le saqué un preservativo, luego de ponérselo sobre su pene erecto me penetró con fuerza y yo comencé a montarlo rápidamente, por alguna razón estaba muy ansiosa, como sobrexcitada, era raro, pero era muy reconfortante tenerlo dentro, mis gemidos elevaron su tono mientras el orgasmo me iba invadiendo, nos iba invadiendo.

Cuando terminamos me deje caer a su lado, tratando de controlar mi respiración agitada, ya me sentía mucho mejor, me levante de la cama y me dirigí a recoger mi vestido, pero solo hasta que Javier me tomo por debajo de mi pecho y por arriba de mi vientre, mientras se dirigía a mi sexo con la otra, una de mis manos se enrollo por su cabeza, que besaba mi cuello, mientras la otra acompañaba el movimiento de su mano, comencé a jadear cuando comenzó a meterme sus dedos, mis dos manos estaba en su cabeza, apenas podía estar de pie y dudaba que fuese por mucho tiempo. Javier prácticamente me sostenía, mis piernas ya no funcionaban, sentía que me desvanecía bajo mis pies cuando llegué al orgasmo, con un jadeo casi insoportable.

Javier seguía sosteniendo mi cuerpo, probablemente si me soltaba en ese momento me caería, me besaba el cuello mientras esperaba que se calme mi respiración, me hizo caminar para atrás para poder sentarse en una silla frente a un pequeño escritorio con espejo, podía ver mi cara de satisfacción, sentí sus labios besando mi espalda cuando me volvió a penetrar, solté un pequeño gritito por la sorpresa, pero él solo se rió y siguió besándome cuando comencé a moverme sobre el, mis manos se agarraban del escritorio tratando de no gemir tanto, pero me era imposible, mis nudillos estaban blancos de la fuerza que ejercía cuando apoye mi cabeza sobre el escritorio mas bien gimoteando que gimiendo, quería llegar al orgasmo ya, él lo acababa de lograr y lo corono con un gran grito, yo seguía con la respiración agitada hasta que el se paró llevándome con él y acelero el ritmo de sus embestidas hasta que explote llegando al fin a un delicioso orgasmo, se sentó con la respiración acelerada mientras yo me giraba y me sentaba contra el escritorio de mármol.

Sería un mes largo, después de todo no quería estar allí, pero podía apostar que si me mantenía cerca de Javier sería un mes lleno de deliciosas experiencias…

Con deseos Sara Mariah…